Y en ese momento es cuando dices: ya puedo morir tranquila

Somos una panda de ingenuos, inocentes y malditos gilipollas que se lo creen todo y dejan que la vida pase sin tener un motivo decente por el que no reclamar para tener 24 horas de felicidad al día.

Vuelta a una realidad infinita en un mundo paralelo...Ya no sé ni lo que digo, todo está claro pero confuso a la vez. Cuatro paredes vacías, llenas de recuerdos. Entro y miro por la ventana, no hay otra cosa que ese jodido arbol que tiene más vida en su interior que esta habitación. Colocar, visitar, estudiar...Me siento delante de los apuntes y al leer la primera frase cierro los ojos y mi mente viaja por los últimos meses haciendome sentir tremendamente inutil e irresponsable. Demasiada ambición en un cuerpo tan pequeño, demasiada prisa a los veinte años. Live fast, die young; supongo que esa mítica frase cada vez cobra más sentido. Quiero chasquear los dedos, o dar una palmada, o parpadear dos veces y que este abatimiento que me asfixia desaparezca ordenando todas las ideas que hay metidas en mi cabeza.
Y suena Behind blue eyes:

"But my dreams they aren't as empty
As my conscious seems to be
I have hours, only lonely
My love is vengeance
That's never free"

 Supongo que el camino a la gloria es dificil, menos mal que YO se que lo quiero.

Con ray-ban y a lo loco

 

Emocionante. Excitante. Diferente. Alocado. Fuera de lugar. Increible. Momentaneo...

Así ha sido mi verano. Tres semanas en otro país, concretamente en Malta y las cosas pueden cambiar, tu vida puede cambiar. Luces y Paceville desvordaron desenfreno durante las noches. Y durante el día lo único que desvordaba era la resaca en la piscina. Algo inolvidable pasó y experiencias inigualables se grabaron en mi mente.

Cumplí 20 años y miré las fotos, recuerdos malteses. Eché de menos estar 24 horas con mis antiguas y nuevas amigas, eché de menos las playas, sus acantilados desde los que nos tirábamos siempre ya tuvieran 5 o 20 metros de altura. Eché de menos Gozo, Comino y La valleta. Eché de menos Paceville. Eché de menos al camarero cachondo maltés de barcelona y al que aprendió a decir "pajita" en español. Eché de menos llegar borracha y tirarme a la piscina y que luego nos echaran. Que amaneciera a las 5 de la mañana. Eché de menos la pinza de CrisC y que Pati me despertara cada mañana dando golpes en mi ventana, Por supuesto eché de menos a lau con su partypartyparty, discutir con Ani todos los días sobre quien estaba más morena de las dos, dormir con Cris, que Marcos nos diera la tabarra sobre qué visitar y los esfuerzos de Ivan por hablar castellano y cómo no, eché de menos los abrazos excesivos de Ana. Eché de menos a nuestros vecinos, ver pasar extranjeros a todas horas por delante de nuestra puerta, eché de menos a Jorge y a Andrea, compañeros de clase que ya tienen un hueco en mi lista de amigos, y por supuesto a Rosette. Eché de menos sentirme extremadamente cansada y con un esfuerzo ir a la playa a hacer botellón y de ahí acabar en el hugo´s con una tabla de chupitos y una botella de agua al lado, pasando por el havana y el native. Eché de menos a Janis y cómo me tocaba el pelo y se reia, eché de menos su sonrisa y como me hacia sentir. Eché de menos el echar de menos a la gente de aquí. Y eché de menos hablar inglés como primer idioma. 

Pero se acabó y lo único que me queda es recordarlo en mis más de 1000 fotos. Fue un paraiso y nunca lo olvidaré, fue tan genial que en mi vida habrá un verano como este. Pero people...¡Habrá más! muchos más...

Malta 2010 (L)

No sé donde se ha quedado mi inspiración. A lo mejor se ha ido con mi concentración ante el absurdo hecho de mirar al frente  o quizá se está reservando para esa canción... De todas maneras yo sigo aquí, sentada en una maleta con el antifaz puesto esperando el momento en que llegue y pueda seguir. No lo intentes, nada conseguirá hacer que me vaya, pues todo lo que se ponga en mi camino lo cruzaré y así seguiré esperando...

Versos, medias sonrisas y Rock&Roll

Gandhi dijo que lo que sea que hagas en tu vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas.

Así supuestamente te sentirás bien contigo mismo. Fuera problemas ponte los cascos con la música que más te guste, corre y lográ llegar hasta la linea que marca tu meta. Te recordarán por ello y si no, te recordarás tu mismo, te sentirás orgulloso por haberlo hecho, total, ¿quién necesita a nadie?. Hagas lo que hagas habrá algo mal o algo que sirva de excusa para decirte que hay algo mejor. En lo insignificante está la perfección. Corre, canta, sientete libre y realiza todo eso que necesitas, todo eso que según Gandhi es importante.

¿Lo sientes? si, ese sentimiento de orgullo que te llena, he visto que la linea de tu boca se ha torcido hacia arriba, supongo que era una sonrisa. Ahora respira.

Corre, Be Stupid.

No me gustan las rutinas, me gusta irme un fin de semana a un sitio y el siguiente a otro. Me gustan los prontos, coger el primer billete de avión que haya hacia donde sea cuando sea. Me gusta recorrerme las salas buscando grupos nuevos, ir a todos los conciertos y festivales del mundo y coleccionar puas, carteles, baquetas y todo lo que tenga que ver con ello. ME gusta conseguir pases vip, m&g y primeras filas. Quizas me gusta ser una grupi. Me gusta el rock y me gusta perderme en mi música las 24 horas del día y relacionar aquello que suena con los momentos de mi vida. Quiero formar un grupo de música. Me gusta cantar en la ducha mientras estoy dos horas debajo del agua mientras me imagino con la voz de la siguiente cantante que suena en el mp4. Me gusta vestir a mi manera, tirar una camiseta cuando se pone de moda y enfadarme cuando me pongo algo que se lleva. Tengo una adicción a los gorros aunque no me ponga ninguno. No me gusta ser el centro de atención pero me gusta destacar. Me gusta ser diferente. Aborrezco lo común.

Me gusta sentarme delante en los buses para ver por el gran ventanal e ir leyendo los carteles que van pasando. Aun así no me gustan los buses. También me gusta mirar hipnotizada las señales luminosas de las carreteras por las noches; contar los coches que hay aparcados y hacer cuadrados alrededor de la televisión. Me gusta acostarme a las 1000 y levantarme a las 2000. Me gusta que mi madre se meta en mi cama temprano para poder despertarnos juntas, me gusta que mi padre me hable gritando y me gusta contarle mi vida a mi hermana después de discutir por la ropa. Me gusta escribir, dibujar y comer. Me gusta tocar el violín. Me gusta mi carrera...no, no me gusta, me encanta mi carrera. Quiero vivir en Estados Unidos, cerca del mar. Quiero una casa llena de libros, de vinilos y de instrumentos. Quiero ser millonaria y trabajar en una discografica/empresa de publicidad/productora, y me gusta soñar. Pero todo eso no es un sueño. Me gusta la fotografía; hacer fotos a todo lo que me rodea y a mis amigos. Me gusta lo extravagante, los pitillos y el negro. Me gusta ser tímida en algunas cosas y perder la verguenza en otras. Me gusta la sensación de cansancio al correr. Me gusta gritar y hablar inglés. Me gusta tumbarme en el suelo y mirar al techo. Me gusta pensar que estoy loca y que no desperdicio el tiempo. Y sobre todo me gusta que todo lo anterior es verdad.

Mirando por la ventana del tren veia calles llenas de pintadas y casas viejas que tapaban edificios altos con vistas a un lejano mar. Paseé por calles sin dirección con el factor frío y ese peculiar aunque a veces desagradablemente especial olor que define la ciudad, por eso me gusta tanto.
A las 8, habiendo pasado por delante de mí el aclamado Johan, haciendose esperar aparecieron los primero sonidos venidos de un teclado mezcla entre Enter shikary y The Prodigy. Después de descubrir que me gustaban sonó un rock and roll raro pero bastante pegadizo por Lightpeed Champion con el que la gente empezó a entrar en calor.
Unos cuantos saltos, unos cuantos gritos...hicieron que la espera a Mystery Jets no fuese tan larga. Sin presentación, porque no la necesitan, entró Blaine Harrison en muletas con orgullo, sin verguenza y con todas sus ganas de hacernos uno de sus mejores conciertos sentado en una silla. Pero llegó, porque tenía que llegar, el momento cumbre. Se veía un abrigo y una melena difusos entre unas luces amarillas y los primeros acordes de una guitarra hicieron que las 35.000 personas que allí se encontraban sintieran ese sonido como nunca lo habían sentido. Un destello de luz improvisado y una primera sílaba que Alex cantó por el micrófono. ¿Frío? yo ya no sabía que era eso. Los sonidos me invadían, Un golpe de batería como jamás había escuchado y una voz en directo que tantas veces me había desesperado por oír.
Canción - Flash Canción - Flash Canción - Flash
200 Flashes alcanzaron.
Brianstorm, Dance little liar, Crying Lightning, Pretty visitors, 5o5, My propeller, Fluorescent Adolescent, The view from the afternoon, When the sun goes down, Cornerstone...y un largo etc. Sonidos que se metieron en mi memoria y nunca lograrán escapar. Vistas que se metieron en mi memoria fotográfica y nunca lograrán salir...
¿Sabes lo que se siente al escuchar a uno de tus grupos favoritos en directo? de esos que dices: nunca voy a ver, es imposible. ¿sabes lo que se siente al cumplir uno de tus sueños?
Mereció la pena dormir en la calle a menos 1000 grados.

El otro día lloré, me sentí estúpida...¿pero sabes qué? a la mierda ese día, para eso Dios o quien sea hace días nuevos. Pero sigo teniendo hambre.

Precious.

¿Realmente somos felices?¿hay alguna persona que lo tenga todo y su vida sea perfecta?.
El 90% de las personas dicen que si pero lo que no saben es que todas nos parecemos en eso, en sentirnos debiles e infelices por cosas tontas y despreocupadas. Nos importan hechos y acciones que no tienen interes, solo nos van a hacer sentirnos un poco mejor durante un corto periodo de tiempo. El 90% del tiempo nuestra mente está fuera de nosotros, en otras personas o en otros lugares pensando que seguramente seriamos más felices. Un detalle como una mirada te hace estar ausente durante semanas, y una palabra durante meses. Somos dependientes de nuestra propia mente, no controlamos nuestro interior porque el destino ha querido que sea así, para poder trabajar con nuestros cuerpos como a él le da la gana. Una sonrisa en la cara puede ser una lagrima detrás de la puerta. Y unas palabras de animo pueden ser para uno mismo en realidad.

Las apariencias a mi no me engañan. Yo también se mentir.